La derogación del delito de sedición ha contribuido a agudizar aún más la división del independentismo, roto en sectores casi irreconciliables. La futura modificación del Código Penal ha generado una acogida entusiasta en ERC, que lo abandera como un triunfo de la mesa de diálogo, y una enérgica oposición en Junts per Catalunya y la CUP. Pero no solo eso: la Asamblea Nacional Catalana (ANC), enfrentada desde hace tiempo al president Pere Aragonès, ha convocado para el día 6 de diciembre una manifestación en contra de la reforma al considerar que la supresión de la sedición y la creación del delito de desórdenes públicos agravados tiene “el doble objetivo no disimulado”, dicen, de castigar la movilización independentista en las calles y penalizar “más cómodamente hechos como los del 1-O por ocupar instalaciones o edificios”.
Sé el primero en comentar en «La derogación del delito de sedición agudiza la división del independentismo»