Las mujeres no han llegado a la Luna, pero, con el ánimo de mostrar su apuesta feminista, la NASA incluyó en su misión Artemis esta semana maniquíes de mujer. La igualdad de género llegó, de momento, a los gestos. La imagen nos sirve para ilustrar las buenas intenciones que inundan nuestro tiempo, tan lejanas, sin embargo, a la realidad. Algo parecido ha ocurrido con la ley del solo sí es sí, nacida para proteger a las mujeres y que está sirviendo para rebajar las penas a sus agresores sexuales, en lo que puede ser el peor fiasco de este Gobierno de coalición. Se llama contumacia: a un fallo grave (la redacción) sumas un fallo al resistirte a enmendar el error. Y se llama simplismo: atribuir lo ocurrido al “machismo” de los jueces no solo es un reduccionismo insoportable, sino un fallo táctico —otro fallo— cuando la salida del embrollo va a depender precisamente de esos mismos jueces.
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