Tras cuatro horas y 15 minutos de suplicio político por la bandada de ataques que recibió desde todos los frentes del Parlamento, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, terminó su última intervención en su comparecencia sobre la tragedia en Melilla del pasado verano recordando a Vox que este jueves es el Día Mundial de la Lucha contra el Sida y exhortando a todos los que le habían exigido vanamente más explicaciones a que esperasen al final de la investigación abierta sobre el caso por la Fiscalía. El ministerio público está a punto de concluir sus investigaciones, las únicas a las que da crédito Marlaska y en las que se refugia el Gobierno, antes de decidir si se querella por la muerte aquel día de al menos 24 personas en la valla que separa España de Marruecos. Ningún partido, excepto el PSOE, se creyó la versión reiterada de Marlaska, al que acusaron de “enrocarse”, “mentir” y de engañarles.
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