La política catalana lleva una década sumida en un marco de imprevisibilidad y turbulencias. Por eso nadie es capaz de determinar al cien por cien si el Gobierno de Pere Aragonès será capaz de dotarse de unos presupuestos para 2023 pese a la importante cesión que ayer hizo al Partit dels Socialistes (PSC) apoyando la construcción de la autovía orbital de Barcelona, la B-40, que hasta ahora los republicanos rechazaban y que el PSC ponía como condición imprescindible para apoyar las cuentas. El paso de ayer es “importante” según admiten ambas parte de la mesa negociadora, pero la inminencia de la campaña electoral de mayo y la debilidad del Gobierno de Esquerra obligan a mantener la prudencia hasta que el pacto no esté firmado.
Sé el primero en comentar en «El acercamiento entre ERC y PSC para los presupuestos de la Generalitat constata el fin de la política de bloques en Cataluña»