Begoña Villacís sube las escaleras de cristal del hotel Urso de Madrid a las cuatro de la tarde de este miércoles. Un cinco estrellas ubicado en el centro de la capital. De elegancia neoclásica, coloridas vidrieras, suelos de mármol, paredes forradas de madera. Y a solo 800 metros de la sede nacional del Partido Popular. ¿Casualidad? “Este es un lugar neutral. Lo hemos utilizado otras veces”, aclara un miembro de su equipo. La expectación es máxima. Más de una veintena de periodistas de distintos medios de comunicación aguardan escuchar el futuro de la vicealcaldesa de Madrid tras la peor semana en su carrera política. Con guiños al Partido Popular. Una reunión a solas con el coordinador general del PP. Salpicada de mensajes a sus afines donde les dice que valora integrarse como una “corriente interna” en las filas populares. Villacís no puede esperar más. Entiende que ha llegado la hora de acabar con las “especulaciones”.
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