Lavar los trapos sucios en casa y acudir en auxilio del compañero “con razón o sin ella” han sido dos de las máximas de la Legión desde que la fundó el teniente coronel José Millán-Astray, hace 103 años. En el pasado, este supuesto código de honor sirvió de excusa para tapar irregularidades y garantizar la impunidad de presuntos criminales. En democracia ya no es así. Ninguna corporación está al margen de la ley.
Sé el primero en comentar en «Ley de silencio en la Legión para encubrir un crimen»