Domar a la fortuna cuando no es propicia o saber aprovecharla cuando viene de cara son las dos estrategias de las que debe valerse el gobernante. La enseñanza está en El Príncipe de Maquiavelo, el gran teórico del poder, del hombre sin amo. Quedan pocas dudas de que este debe ser el libro de cabecera de nuestro presidente a tenor del giro que ha dado este lunes a los acontecimientos anunciando la convocatoria anticipada de elecciones. Su decisión corta de nuevo nuestra mirada con esa misma cuchilla afilada que Buñuel nos muestra en el Perro Andaluz para situarnos ante una nueva realidad (no sé si surrealista). Hay que atreverse a actuar, es otra de las lecciones del florentino, a sabiendas de que cada decisión nos enfrenta a una pérdida porque la política es eso: multiplicidad de elecciones trágicas e irreconciliables.
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