Entre 2009 y 2010 el tejido empresarial guipuzcoano ha demorado el pago de tributos por valor de 400 millones de euros, ante sus problemas de liquidez, lo que supone un aumento del 30’7% respecto a 2009.

Mientras en 2009 fueron las empresas grandes las que se acogieron a estas medida, el año pasdo cogieron el testigo las pymes al ver que los ahorros que habían podido mantener se agotaban.

A cierre de 2010, el fisco tiene pendiente de cobrar entre 2011 y 2013 un total de 169 millones en impuestos aplazados. «Hemos hecho de minibanco para suplir la falta mde financiación», ha indicado el diputado foral de hacienda.