Nos encaminamos hacia una campaña electoral gobernada por un lema parcialmente ya conocido: “Colón 2.0″. Las señales emitidas estos últimos días por el Partido Socialista indican que el planteamiento estratégico que se presentará ante los españoles consistirá en elegir entre la siguiente disyuntiva: “Sánchez o Abascal”, ninguneando así a un Partido Popular sobrepasado por la “ola reaccionaria” que recorre Europa. No es un enfoque sorprendente ni falto de inteligencia, teniendo en cuenta dos motivos de peso. En primer lugar, la constatación de que una estrategia muy similar ya dio sus frutos en las elecciones generales de abril de 2019. En segundo lugar, la advertencia efectuada por decenas de sociólogos, politólogos e historiadores de que un nacionalismo conservador, nativista y de matriz iliberal está arraigando en buena parte del mundo occidental, desde Finlandia a Turquía, pasando por Polonia, Italia, Suecia o Hungría. Incluso podría agregarse una tercera cuestión alarmante: el hecho de que una parte de las coaliciones progresistas en el poder se encuentran actualmente en crisis y a la defensiva ante la pujanza de partidos opositores pertenecientes a una derecha cada vez más radicalizada. El caso chileno es paradigmático en este sentido.
Sé el primero en comentar en «Colón es sinónimo de derrota»