Aunque durmamos la misma cantidad de horas, ir a dormir temprano y levantarse temprano, suele estar relacionado con el peso corporal.

Un estudio realizado recientemente, se tomó registró de la hora de acostarse y la de levantarse de 2.200 australianos que quisieron participar, con edades de entre 9 y 16 años, se comparó su peso y el uso del tiempo libre durante el día.

Los participantes que iban a dormir tarde y se levantaban tarde eran 1,5 veces más propensos a ser obesos que los que iban a dormir temprano y se levantaban temprano.

Los que se acostaban tarde eran dos veces más propensos a realizar poca actividad física, y 2,9 veces más propensos a estar en una silla viendo televisión, entreteniéndose con un ordenador, o jugando con videojuegos, durante más horas diarias que las recomendadas.

La comparación se hico con la misma cantidad de horas de sueño.

En años recientes, los científicos se dieron cuenta de que los niños que duermen menos son más propensos a sufrir ciertos problemas de salud que incluyen el riesgo de tener sobrepeso o incluso obesidad.