Juana Armella se dedicaba a cuidar personas mayores, como otras muchas inmigrantes que han de buscarse la vida fuera de su país. Llegó a España en 2005 y su familia se quedó a 9.000 kilómetros de distancia, en Bolivia. Se abrió camino, consiguió la nacionalidad española y logró enviar dinero de manera regular a su país para sus tres hijos adolescentes. En 2015 le detectaron un tumor y su salud no dejó de complicarse desde entonces. Finalmente, le diagnosticaron un cáncer terminal. Juana era muy consciente y tan solo expresó un deseo: pasar sus últimos días al lado de su familia. Se había pasado la vida cuidando de los demás y ahora necesitaba que la cuidaran, estar junto a los suyos, despedirse. No fue posible. La burocracia lo impidió.
Sé el primero en comentar en «La burocracia fracasó y Juana murió sin la compañía de sus hijas: “Voy a resistir, traten de llegar”»