En este país son posibles preguntas que parecen sacadas de la ficción, como si la lluvia es de izquierdas o de derechas o a quién beneficia más que llueva y a qué hora, porque hasta de una borrasca se hace luego una lectura política. En realidad, se hace una lectura partidista, pero esa es una confusión que distingue a nuestro país y a tantos otros: que cuando se habla de política se está hablando más bien de los partidos, con lo que al final casi nunca se habla de política. De ahí que se sepa quiénes mandan en un partido y quiénes son sus rivales internos y, en cambio, se sepa menos cuál es el presupuesto en Ciencia para este año.
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