No hubo misericordia para Esquerra Republicana. En la manifestación de la Diada Nacional de Cataluña, el president Pere Aragonès fue recibido con gritos de “Govern dimissió!” en las calles del barcelonés barrio de Sants. Como si no hubiera pasado el tiempo, gran parte de los manifestantes independentistas siguen considerando al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont como su héroe y a Oriol Junqueras como su villano.
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