Un acuerdo al borde del precipicio

Todo estaba ya muy encarrilado este lunes, 6 de noviembre. La idea era celebrar la sesión de investidura el jueves y el viernes. Pedro Sánchez quería llegar ayer a Málaga, al congreso del Partido Socialista Europeo, como presidente del Gobierno con plenas competencias. Las negociaciones se habían retrasado por la desconfianza de Junts con la última redacción del texto del acuerdo, y por unos evidentes celos con ERC, que había cerrado su pacto el jueves anterior con logros como el traspaso de los Rodalies, los trenes de cercanías de Renfe en Cataluña, o la quita del 20% de la deuda de la Generalitat con el Fondo de Líquidez Autonómica, 15.000 millones de euros más otros 1.300 en intereses. Ese día 2 estaba previsto presentar el acuerdo primero con Junts y luego con ERC, pero Carles Puigdemont mandó parar con el atril ya preparado para su comparecencia. Algunos temieron un regreso a 2017, cuando todo estalló tras el giro del entonces president, que optó por declarar la independencia en vez de convocar elecciones autonómicas. Pero los negociadores sabían que no era así.

Seguir leyendo

Sé el primero en comentar en «Un acuerdo al borde del precipicio»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.