La detención este martes de tres personas por su presunta relación con el intento de asesinato, el pasado 9 de noviembre, del expresidente del PP de Cataluña y fundador de Vox Alejo Vidal-Quadras ha sido posible por la eficaz labor policial, pero también por el reguero de pistas que dejaron los supuestos implicados antes, durante y después del atentado. Las pruebas recuperadas en una moto que no se quemó del todo, la localización de un coche de alquiler que circulaba con exceso de velocidad entre Madrid y Andalucía en fechas claves, y las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad cercanas al lugar donde fue tiroteado el político han permitido a los responsables de la investigación atar cabos en un suceso en el que aún se busca al sicario que disparó y a aquellos que presumiblemente lo encargaron. La llamada pista iraní, que apunta a que el atentado pueda estar relacionado con los lazos que el político mantiene con la disidencia iraní desde su etapa de europarlamentario del PP (1999-2014), sigue siendo la principal hipótesis de los investigadores tras verse reforzada con los arrestos.
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