Gracias a la creatividad del Gobierno de progreso, España será un país pionero en distinguir entre el terrorismo bueno y el malo (como el colesterol), el blando y el duro (como el turrón), el cuqui y el desagradable. La ley de amnistía abarcará a los acusados de terrorismo si en sus actuaciones no han causado “violaciones graves de derechos humanos”. La directiva 2017/541 del Parlamento Europeo señala que “los actos terroristas constituyen una de las violaciones más graves de los valores universales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad, y el disfrute de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, en los que se basa la Unión”. En otra muestra de nuestra deriva patafísica —la ciencia que se dedica al estudio de las soluciones imaginarias y las leyes de las excepciones— hemos inventado también las violaciones leves de derechos humanos: es Carl Schmitt reescrito por los Hermanos Marx.
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