Uno de los mantras con más tracción en la izquierda es el de la unidad. Por tradición política, más fragmentada y doctrinal que la derecha, se entiende su persistencia. Sin embargo, a efectos prácticos, el éxito de una coalición preelectoral depende del contexto. Mírese sin ir más lejos Andalucía en 2018, donde tres derechas batieron a dos izquierdas. O el nacimiento de la coalición Unidas Podemos en 2016, que se dejó un millón de votos, o Castilla y León, donde la suma de Podemos e IU obtuvo menos apoyos que el primero en solitario en 2019.
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