Álvaro García Ortiz es el primer fiscal general del Estado reprobado por el Senado gracias a la mayoría absoluta del PP y al apoyo incondicional de Vox. Veinte meses después de su primera toma de posesión (1 de agosto de 2022), García Ortiz se ha visto envuelto en varias polémicas a cuenta de su política de nombramientos: ascendió a fiscal de la Sala Militar del Supremo a quién antes había sido su jefa, Dolores Delgado, en un ejercicio de “desviación de poder” anulado por el Tribunal Supremo. Y volvió a nombrarla meses después fiscal de la Sala de Memoria Democrática con un varapalo parecido del mismo tribunal. La Sala de lo Penal del Supremo rechazó la querella del PP contra García Ortiz por supuesta prevaricación. En la sentencia se explica que el nombramiento de Delgado no fue ilegal porque cumplía los requisitos y no vulneraba la normativa de legalidad ordinaria”.
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