Los guiñoles de Canal+ no dejaban títere con cabeza. En el espacio satírico de la cadena entonces propiedad del grupo PRISA podían verse, a mediados de los años noventa, escenas como la de Felipe González retratado de viejo Corleone con la música de fondo de El Padrino. Solo había una cabeza que no se podía tocar. “Fue la única condición que nos puso la empresa editora: que no hiciésemos guiñol del Rey”, recuerda un antiguo directivo de la cadena.
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