Los conservadores del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) siguen imponiendo su ritmo —lento— a la renovación del Tribunal Constitucional que el órgano de gobierno de los jueces tenía que haber cerrado antes del 13 de septiembre. Si el Gobierno tiene prisa en que el CGPJ designe a los dos magistrados que le corresponde como paso previo a que el Ejecutivo elija a los suyos, los vocales del Consejo a propuesta del PP insisten en que no van a correr, como no lo han hecho desde que a principios de septiembre se inició la negociación para nombrar a los magistrados del tribunal de garantías. Pero algo sí ha cambiado, según aseguran ellos mismos y comparten los consejeros progresistas tras mantener este jueves una reunión a dos bandas: mientras que en la primera fase de la negociación los conservadores plantearon sucesivas excusas dilatorias y admitían sin reparos que no creían conveniente acordar en ese momento los nombramientos, ahora insisten en que, ante la imposibilidad de que PSOE y PP desbloqueen a corto plazo el CGPJ, sí toca ya renovar el Constitucional para evitar que este órgano entre en itinerancia crónica similar a la que sufre el Consejo. Con todo, en el encuentro de este jueves han pedido “tiempo” a los progresistas para poner sobre la mesa el nombre de su candidato, un paso que sí ha dado ya el otro grupo al anunciar que su aspirante es José Manuel Bandrés, magistrado de la Sala de lo Contencioso-administrativo.

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