Alberto Núñez Feijóo comenzó el martes huyendo de los micrófonos de los periodistas en un desayuno informativo que protagonizaba en Madrid su sucesor al frente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda. Le perseguía una pregunta que no quiso responder: “¿Es el aborto un derecho?”. Su portavoz de campaña, Borja Sémper, había sorprendido el día anterior afirmando que no lo es, lo que matizaba la posición del partido después de que Feijóo hubiera aceptado la ley de plazos tras la sentencia del Tribunal Constitucional que avala la norma. “¿Por qué no estamos tranquilos? Tenemos al presidente de Galicia aquí”, se escabulló el líder del PP, antes de emplazar a una “rueda de prensa” el miércoles en la que respondería sobre el asunto. Feijóo trató de ganar tiempo para perfilar una respuesta ante el morrocotudo lío que se le ha montado con la interrupción voluntaria del embarazo, con los obispos y los sectores más duros de la derecha arremetiendo contra el PP. En ese río revuelto para los populares ha entrado además a pescar Vox. El partido de Santiago Abascal ha llevado al Congreso su plan antiabortista para presionar a Feijóo, que sigue reculando ante los halcones.
El Gobierno incide en el malestar por la gestión de la sanidad en Madrid para desgastar al PP
El Gobierno volvió este martes a tratar de contrarrestar la falta de acuerdo en la coalición por la reforma de la ley del solo sí es sí incidiendo en su defensa de una sanidad pública con los recursos necesarios, como contrapunto a la gestión de que Isabel Díaz Ayuso (PP) está realizando de la crisis sanitaria en la Comunidad de Madrid, donde los médicos llevan en huelga desde noviembre. “Sin el personal sanitario, ningún plan sería posible. Son nuestro activo más poderoso, hay que cuidar a quienes nos cuidan”, afirmó Carolina Darias, que resaltó los mil millones de euros que el Gobierno ha destinado en los Presupuestos de 2022 y 2023 a la atención primaria pese a que la sanidad es una competencia transferida a las comunidades autónomas.
La ministra de Sanidad compareció en La Moncloa poniendo en valor los planes que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha desarrollado en el Sistema Nacional de Salud durante su mandato “tras años de recortes neoliberales que han supuesto un auténtico desmantelamiento del Estado de Bienestar y, concretamente, del Sistema Nacional de Salud”. Frente a las críticas del PP, que sostiene que el problema se debe a la falta de sanitarios en toda España y no solo en Madrid, Darias recalcó que las plazas de Médico Interno Residente (MIR) han crecido un 40% “desde la llegada de Pedro Sánchez” a la presidencia del Gobierno en junio de 2018. También puso como relieve el incremento del 15% de las plazas en las facultades públicas de medicina “ante el aumento de las universidades privadas”.
La responsable de Sanidad afirmó que el Gobierno estará “muy atento y vigilante” ante la posibilidad de que Andalucía derive consultas de la atención primaria a empresas privadas. El Ejecutivo de Juan Manuel Moreno (PP) contemplaba, según un borrador, la posibilidad de concertar este servicio y que las entidades privadas pudieran utilizar instalaciones públicas. “Si se producen, actuaremos con contundencia”, advirtió Darias. “La Junta jamás ha desviado pacientes ni en esta legislatura ni en la anterior y no tiene ninguna intención de hacerlo”, rechazó el portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco.
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