El pasado sábado, alrededor de 200 personas marcharon desde la plaza del Ayuntamiento de Camas (Sevilla) hasta el cercano cortijo de Gambogaz para reclamar que esta finca, propiedad de los descendientes del general franquista Gonzalo Queipo de Llano, pase a manos del Estado. Era la tercera marcha de este tipo desde 2018, pero la primera que se celebraba después de que, el pasado noviembre, se produjera la salida de los restos del militar golpista de la basílica de la Macarena. Aquella fue una victoria fruto del empeño de las asociaciones memorialistas que pudo hacerse realidad gracias a la nueva Ley de Memoria Democrática; y ahora estas mismas asociaciones se van a centrar en reclamar la expropiación de la finca, que Queipo usó como explotación agrícola empleando a prisioneros de guerra. La Plataforma Gambogaz intenta así explorar la vía Meirás —el pazo gallego de la familia Franco que el Estado recuperó en 2020—, exigiendo la expropiación del cortijo. Los dos casos, sin embargo, no son idénticos.
Sé el primero en comentar en «El cortijo sevillano de Queipo de Llano, siguiente objetivo de las asociaciones memorialistas»