Pedro Sánchez está intentando darle la vuelta a una decisión muy negativa en principio para el Gobierno, el cambio de sede Ferrovial de España a Países Bajos, para convertirla en un elemento central de su campaña electoral, que tiene como uno de sus ejes la idea de “los dos modelos”, según su visión, el de la derecha, que promueve la precariedad, los bajos impuestos y ayuda a los sectores más privilegiados de la sociedad, frente al de la coalición progresista, que apuesta por una reforma laboral, una justicia fiscal y se concentra en defender a la clase media trabajadora. En ese contexto, Rafael Del Pino, la tercera fortuna española, con 3.800 millones de euros, según Forbes, presidente de Ferrovial, se ha convertido en la diana de Sánchez y todo el Gobierno.

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