Fue una Semana Santa de las grandes en Sanxenxo. Muy buen tiempo, playas llenas, terrazas atestadas de gente y paseo marítimo por el que no se podía caminar. Reencuentros de amigos, vinos al sol, comidas a las cuatro de la tarde en Albatros, sobremesa en El Aviador, playa en Silgar, cena en Villalustre, noche en Dorsia y Glasgow. Es decir, la radiografía de un día cualquiera de Sanxenxo en verano. ¿Cuál es un día cualquiera en Sanxenxo un miércoles 19 de abril con la misma temperatura, una playa espléndida y un sol tremendo? El paraíso pero sin gente, o sea, el paraíso doble. ¿Y si los telediarios nacionales, las radios, los diarios y las webs están pendientes del pueblo porque el rey emérito de España, un monarca exiliado, regresa pisando Sanxenxo, su última y pequeña patria dentro de lo que un día fue su país?
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