Cuando llega el verano, muchos piensan en Castilla-La Mancha y se imaginan una especie de desierto, una llanura infinita con temperaturas con las que puedes freír un huevo sin necesidad de encender fuego alguno. Nada más lejos de la realidad, por lo menos en determinadas zonas de la región como el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera. El complejo cuenta con una superficie de 3.772 hectáreas situadas entre las provincias de Ciudad Real y Albacete. En total hay 15 lagunas que llegan con muy buen aspecto y bien de agua a un verano precedido por una sequía importante.
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