La nueva presidenta del Congreso, Francina Armengol, se ha comprometido a que las lenguas cooficiales puedan utilizarse “lo más rápido posible” en el Congreso. Pero la tercera institución del Estado se muestra “consciente” de las “complejidades” que entraña aplicar un sistema técnico adecuado en la Cámara baja para convertir su promesa en realidad, como así lo reconoció este viernes en una entrevista en la SER, en la que avanzó que consultará con los grupos parlamentarios y el equipo técnico cómo desarrollar en la práctica la promesa anunciada tras tomar posesión de su cargo este jueves. De momento no está claro si las lenguas cooficiales podrán utilizarse en todos los contextos de la Cámara baja (comisiones, sesiones de control, interpelaciones…), ni tampoco cómo se desarrollará normativamente o el coste que supondrá. Todo dependerá de las conversaciones con los grupos y el asesoramiento técnico, según informan fuentes parlamentarias. En el Senado, sin embargo, cuentan con una experiencia de 18 años que puede dar pistas sobre su futura implantación en el Congreso. Aunque su uso está muy limitado.
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