El caso del supuesto fraude fiscal de Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se resolvió el pasado febrero por el reconocimiento de dos delitos por parte del acusado: dejó de ingresar más de 350.000 euros entre 2020 y 2021 y usó facturas falsas para deducirse gastos que nunca hizo. González Amador sextuplicó sus ingresos entre 2019 y 2020 —de 350.000 euros a más de dos millones— como consecuencia de los contratos por intermediación en la venta de mascarillas durante la pandemia. Sobre esos beneficios intentó pagar muchos menos impuestos de los que le correspondían y para ello fabricó facturas falsas e inventó clientes inexistentes.
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