Lo lógico habría sido mostrarse triunfante en el Senado, sacando pecho de su victoria en el Tribunal Constitucional. El contexto del duelo entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez era por primera vez favorable para el líder de la oposición, solo unas horas después de que el tribunal de garantías haya dado la razón al PP en su recurso de amparo suspendiendo la tramitación parlamentaria de la reforma del Constitucional. En principio, una severa derrota del PP al Gobierno. Sin embargo, Feijóo ha pasado de puntillas por ello este miércoles, y no ha reivindicado su éxito judicial. Como si no hubiera existido. La realidad, que se ha dejado entrever en el disimulo de Feijóo en el Senado, es que el PP quiere pasar ya esta pantalla. Los populares tienen dudas sobre los réditos de una estrategia que ha tensionado al máximo la discusión política y que también ha logrado movilizar a la izquierda.

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