Las noches electorales son el momento clave en las decisiones más rotundas de Pedro Sánchez. Como el anuncio de este lunes sobre la convocatoria de elecciones adelantadas al próximo 23 de julio. En la noche de los segundos comicios generales de 2019, después de consultar con muy pocos fieles en la sede de Ferraz —entonces estaban Carmen Calvo y José Luis Ábalos entre ellos— el presidente decidió rápidamente que tenía que aceptar la coalición con Unidas Podemos que llevaba seis meses rechazando, y que fue uno de los motivos principales de la repetición electoral. No quiso un largo debate, un tira y afloja con Pablo Iglesias. Ordenó a Iván Redondo que llamara a la mañana siguiente al argentino Pablo Gentili, el jefe de Gabinete de Pablo Iglesias, al que encontró en Buenos Aires, y el martes ya estaba cerrada la coalición tras una conversación entre los dos líderes en la que Sánchez aceptó que Unidas Podemos tendría una vicepresidencia para Iglesias, el ministerio de Trabajo para Yolanda Díaz y tres carteras más. Y esta noche electoral de las autonómicas no fue muy diferente, según diversas fuentes del partido.

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