“Estamos todos desconcertados”, resume un veterano dirigente popular. La confusión y las críticas se han extendido en el PP ante la decisión de Alberto Núñez Feijóo de dejar este jueves a Vox fuera de la Mesa del Congreso, a pesar de que Santiago Abascal había exigido al PP el día anterior que le cediera una vicepresidencia. Nadie entiende para qué se ha provocado el cabreo en la extrema derecha, que ahora ha dejado en el aire el apoyo a una investidura de Feijóo. El resultado es que el líder del PP, que defendió el miércoles su derecho a recibir el encargo del Rey porque contaba con 172 apoyos (al sumar a sus diputados los de Vox, UPN y Coalición Canaria), más que los de Pedro Sánchez con Sumar (153), ha visto ahora reducidos los respaldos con los que cuenta a 139 (los suyos más UPN y CC). Menos, por tanto, que los del líder del PSOE. Tras lo sucedido este jueves, una corriente interna en el PP pide a Feijóo que abandone la “ficción” de sostener que puede lograr los apoyos para su investidura. El líder del PP mantiene su intención de postularse, según confirman fuentes de su equipo directo, pese a que en el partido alertan de que la votación de la Mesa ha supuesto “un baño de realidad”.

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