La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha aprovechado la visita que este lunes ha hecho a Ceuta para marcar terreno frente a Vox. La dirigente popular ha acudido a la ciudad autónoma para entregar la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo a los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional desplegados en la frontera, y ahí ha hecho varias intervenciones que muestran la distancia que le separa en política migratoria del único partido que le apoya en la Asamblea de Madrid. Si el líder del partido de extrema derecha, Santiago Abascal, describió en 2021 como “quintacolumnistas” y “promarroquíes” a los musulmanes ceutíes, la política conservadora ha hablado de una sociedad “mestiza” que es un “modelo de convivencia”. Si la portavoz de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, exige el cierre de los centros para menores extranjeros no acompañados, Díaz Ayuso ha defendido la necesidad de integrarlos y atenderlos. Y si Vox intenta atraer a los electores conservadores con duras críticas al Gobierno en esta materia, la presidenta de Madrid también: ha reclamado “una política migratoria clara”. Una intervención que el ministro José Luis Escrivá ha considerado “sorprendente”.

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